La Vegas, el inicio de una serie de malas tomas de decisiones, Sam no era diferente a esas miles de personas que tras un larga noche de borrachera, despertó en cama de otro (lo cual no es una novedad), con un anillo en su dedo anular, no cualquier anillo, uno negro con diamantes al rededor y uno mucho más grande, diamante negro y brillante, la diferencia de las personas que se casaban en la vergas era que ella es Samantha Evans, la hija del magnate mutimillonario, Darío Carter y Freya Evans, una de las mujer más ricas y temidas, no, peligrosa, esa era la palabra, pero esa no es la gota que colma el vaso, la guinda del pastel es la identidad de su nuevo marido.
Axel Scott, el hombre más deseado del mundo, encabeza el puesto número dos en la lista de los hombres más ricos e influyentes del mundo, con un pasado oscuro y con secretos peligrosos.
Podían pedir el divorcio, pero no era tan fácil, habían llamado la atención demasiado, además que los dos tenían mucho que perder dado que ninguno había firmado separación de bienes, él no quiere perder su fortuna y Sam, ella no perderá ante nadie.
La guerra le ha dejado secuelas graves a Steve Rogers, quien se ha visto en la obligación de retirarse de su labor en el ejército a pesar de su rango de honor como capitán. La desolación y la impotencia lo llevaron a convertirse en un hombre impenetrable, distante y hosco sin ningún interés aparente para volver involucrarse con el gobierno.
Natasha Romanoff es una mujer ambiciosa que busca seguir el legado de su padre y no reparará en los medios para conseguirlo.
Ella con apenas un par de años en la política, decide llevar sus aspiraciones un escalón más arriba; pero sabe que no puede hacerlo sola.
Él necesita limpiar su apellido y recuperar su credibilidad. Un arreglo puede cambiarlo todo; devolver honor y demostrar astucia.
Ambos se casaron por un contrato, manteniendo la distancia mental y física; un hombre abrumado por su pasado, una mujer intentando escalar hacia la cima; pero pronto descubrirán que son capaces de descongelar el mismo infierno con el más mínimo acercamiento, y que pueden ser el terror de sus enemigos con solo mencionar sus nombres.