Era una pregunta que tenía desde la primera vez que le había dicho que lo amaba. Quizá no se lo había dicho de manera muy romántica, pero sabía que era real. No dudaba de cada "Te amo" dicho por el dueño de aquellos ojos felinos ni de la promesa que ambos habían hecho sobre el tejado decidiendo volver a intentarlo. Y había prometido ser honesto en sus sentimientos y esa era una pregunta que le rondaba desde que había recibido los primeros relatos de Magnus.