Muchos escriben sus más grandes obras desde la cárcel, pero yo te escribo desde una casa de muñecas. Sí, escuchaste bien, casa de muñecas. Bueno, tampoco es que sea literal, me gusta hablar metafóricamente, lo notaras después. Pero me gusta llamarle así, porque así parece; un mundo plástico, vacío, perfeccionista, con un molde para cada una de las personas que viven aquí. ¿Como paso? Bueno, eso ya te lo contare después, el tiempo nos sobra.All Rights Reserved