Durante la estancia en la oscuridad,
y el viaje por el sendero de las sombras,
siempre se observa una luz a lo lejos,
ese punto de indescriptible belleza,
aquel inmaculado paisaje donde todos quisieramos estar.
Siempre anehelando posarse bajo la luz,
siempre caminando para llegar a ella,
a veces corriendo para avansar rapido,
pero siempre tropezando por la ceguera de nuestros pobres ojos.
Negando la ayuda hacia los demas,
por temor a que nos atrasen en ese camino,
con el miedo de que nos desvien de el sendero,
sin darnos cuenta de que solos jamas llegaremos.
Siempre y ante todo "yo",
con el prejuicio de los otros,
con los ojos cegados ante nuestra codicia,
con las manos atadas por la avaricia,
y nuestros oidos tapados por soberbia.
Siempre observando,
siempre vigilantes,
del entorno, de los otros,
pero siempre viendo nuestro beneficio.
Asi pasamos nuestra existencia,
en aparente beneficio propio,
pero mas bien dicho,
en perjuicio ajeno.
Alegrandonos de nuestros logros,
y degradandonos ante el exito ajeno,
dejandonos llevar por nuesta verdad,
sin darnos cuenta que solos no somos nada.
Siempre criticando a los demas,
a la sociedad, al gobierno,
sin ver la podredumbre que somos,
sin ver nuestra propia estupidez
pero por desgracia,
necesitamos caer tan, pero tan hondo,
y revolcarnos en nuestras estupidas ideas
para lograr entender que necesitamos los unos de los otros.
Cuando? sera capaz esta estirpe,
de avanzar no como uno,
si no como un todo,
Cuando podremos vernos?, no como iguales,
si no como uno, un solo ente,
un solo objetivo, un solo sueño.
Lo mejor para el, que somos todos.
La verdad, la consciencia humana actual,
jamas lograra llegar a esto,
y por desgracia esta consciencia,
esta corrompiendo los nuevos retoños.
Esta sociedad que se jacta de ser superior,
tecnologicamente y en conocimientos,
carece de lo mas importante,
lo unico que nos ha hecho llegar hasta este punto,
aquello que por desgracia solo surge ante una desgracia mayor,
la empatia.
De algún modo, era como entrar en medio de una guerra, en pleno siglo XXI, y hacerlo portando contigo las armas más obsoletas que existan... Podrás intentar sobrevivir, podrás emplear todas tus fuerzas en hacerlo, podrás enfrentarte directamente a la muerte y mirarla a los ojos desafiándola... No te faltarán las ganas por vivir un día más y lucharás hasta tu último aliento, hasta que tu vida te sea arrebatada...
Pero tu último aliento llegará pronto, porque cuando tu enemigo te supera en todos los sentidos, pues no solo posee un gran poder sino que ha extralimitado a la máxima potencia los límites marcados por la propia naturaleza, de un modo que puede llegar a definirse como una «aberrante masacre», es cuando comienzas a comprender que las consecuencias, que se deriven de los actos enemigos, no tendrán solución alguna, porque él sabe que puede destruirte y, si quiere hacerlo, lo hará sin sentir la más mínima lástima o compasión.
Y te destruirá, porque ese es su deseo, su anhelo, su máxima aspiración. Él sabe que tiene en sus manos el poder destructivo y lo desplegará sobre ti.
No busques aliados, porque no los hay. Ni siquiera el tiempo será tu aliado, pues él jamás te permitirá retroceder para cambiar hechos del pasado, sino que será un enemigo más; tal vez el más cruel de todos, pues te hará vivir, hasta el último de tus días, con la destrucción que tu peor enemigo haya causado en tu devastada alma y con el lacerante dolor engendrado por el puñal hincado en lo más profundo de tu corazón.