Jesse es normal, una vida tranquila. Todo está en orden y parece ser feliz...hasta que Katerina llega a su vida y pone su mundo patas arriba. Katerina llevaba la vida perfecta, una relación feliz, amigas leales y un entorno feliz...hasta que Jesse aparece y la hace dudar acerca de lo que ella pensaba que era felicidad. Los tiempos de Dios son perfectos pero estos dos tiene una pésima sincronización.