El año en el que el universo se vino abajo.

Entre tantos ¨tan¨,
y los pocos ¨pero aún así¨.
Nos encontramos tu y yo, hablándonos como se hablan los abogados.
Yo mirándote con ojos de ciega.
tu al acecho, a la espera de que un corazón se cruce, para devorarlo, destrozando el mío.
Y ya no quiero verte,
Y ya no quiero oírte.
Y ya no quiero nada que no sea esta soledad elegida.
Por que al menos ella no me miente.

Dices que me he vuelto mala pero no soy mala,
como digo mucho últimamente:
soy la peor.
Por exigirte que me demuestres algo.
Por explicarte que no quiero a nadie al lado.

Que esta vida es mi aventura, y pocos forman parte de ella.
Pero tu no.