Cada uno mira por su propio bien. Y sí, sentirá un poco de empatía por alguien que se encuentra en condiciones pesimas, pero muy poco. Lo sé. Conozco y reconozco las miradas de asco desde la otra perspectiva, sé de sobra lo que es quedarte ahí, apartada. Sientiendo el frío bajo tus muslos y rozando el gélido y sucio suelo como si fuese un consuelo. Así es, así es la sociedad. Mirando cada uno por lo suyo y poco más. Sé conocen tantos mitos y lexendas, y se narran tantas historias, tantas celebraciones porque sí, cuando otra persona está días sin llevarse un trozo de pan duro entre los secos labios y la áspera saliva.
¿El amor mueve montañas? Eso sólo esta escrito para los que pueden. Pero la dignidad, el orgullo y los sentimientos siguen ahí, seas quién seas, siguen. Da igual que seas el chico más atractivo que puede tener a mil, una para cada día, que puede hacer lo que quiera sin preocupación alguna, que algún día una preocupación sobre si te quiere o no, te pasara por la cabeza. En cambio, para quién no tiene nada no es así, ni besos ni balas, ni corazones en el margen de los apuntes de historia. Tal vez las cosas están ahí, tal vez alguien mire más adentro de las apariencias, tal vez la sociedad deje de estar pendientes de los buenos culos y las buenas tetas y se fije más si cuándo te toca te se eriza la piel, se fije más en como de lento pasa el tiempo sin dicha persona y de como sientes que la necesitat. Tal vez el amor está al alcanze de todos, el amor siempre ha estado ahí, pero yo lo miró desde el banquillo, por ahora tengo cosas más importantes que soñar con un futuro brillante.All Rights Reserved