Pasados dos años desde los últimos acontecimientos, Arya decide volver a Poniente para reunirse con su familia, aunque una visita le hace reencontrarse con su amigo Gendry. Juntos, deciden ir al temido Norte para enfrentarse a la gran Batalla del Amanecer, no sin antes tener algunos contratiempos por el camino. Confusos y asustados por los nuevos sentimientos que parecen florecer, demostrarán la loba y el venado que la testarudez no es problema para enfrentarse a lo que realmente sienten.