-¡Alba! Una adolescente más mayor se da la vuelta, no recuerda haberle dicho a nadie su nombre, pero, como ella supone. Si se lo dijo a varias personas. Un chico con el pelo negro y unos ojos azules llega a su lado y la abraza. -¡Alba! Sigues igual de hermosa que antes. -¿Te conozco? -Sí, veo que sigues con el mismo problema que en el orfanato. -¿Orfanato? ¿Problema? ¿De qué hablas? Yo tengo una familia, no sé por qué dices que fui a un orfanato. -Alba, ¿no me recuerdas? -No, lo siento. Alba se da la vuelta dejando al joven triste en el suelo. -"No llores, bebé llorona" -¿Cómo que bebé llorona? -La frase que te decía tu hermana Marina, antes de que tu verdadera familia muriese. -¿Verdadera familia? Alba paró en seco y escuchó lo que le dijo el joven. -No te recuerdo, lo siento mucho. Alba se pone a llorar y el joven la abraza, Alba llora en su pecho. -Lo harás, mi nombre es Matthieu, y ya no llores, mi pequeña bebé llorona.