Siempre he estado demasiado ocupado con los partidos de voleyball como para centrarme en el amor. Había estado con varios chicas y hasta incluso algunos chicos, pero simplemente era sexo. Un mero contacto físico pero con el cual sentía un gran vacío dentro de mí. Kenma, mi amigo de infáncia era el único que llegaba a llenarme. El poder abrazarlo y tenerlo en mis brazos era reconfortante para mi. Verlo dormir plácidamente hacía que me dieran ganas de protegerlo. Pero... No estaba enamorado de él. Había otra persona rondando en mi cabeza.