Siempre me consideré una de esas chicas aburridas con una vida aburrida. De esas chicas que nunca tiene nada que contar. De esas que no dejan de escuchar las miles de historias interesantes que tenía su mejor amiga. Creí que la vida simplemente consistía en ir en línea recta, sin cruces ni cambios de ritmo que te pusieran la piel de gallina. Creí que nadie partiría mis esquemas, ni mis metas futuras que tanto consideré que eran lo correcto. Creí que las locuras sólo existían en las películas. Todo iba bien, nada iba a cambiar mi presente ni mi futuro. Sin embargo, Jeon Jungkook lo hizo, realmente lo hizo.