He escuchado aproximadamente unas mil historias de amor. Entre ellas, he encontrado unas muy comunes y otras que no he visto en la vida. He encontrado parejas con problemas de convivencia, con problemas de entendimiento, infidelidades, inseguridades, sobreprotección. Otras vacías, sin un argumento que les diese ganas para continuar adelante. Otras parejas llenas, que se despertaban cada día con ganas de hacer feliz a la persona que tenían al lado. Peleas por cosas insignificantes, parejas que no eran parejas. Amigos que se querían como parejas. Novios que fueron amigos y continuában para no degradar lo que fue su amistad. He visto parejas independientes, que hacen su vida el uno contrario al otro. Y parejas que no eran capaces de hacer nada por separado. Parejas que hablaban sus problemas y buscaban soluciones. Las que las encontraban. Las que no. Pero entre todas ellas, fui capaz de resumir dos grandes grupos. Los que se querían, y los que no. Y dentro de los que se querían, distinguí lo más difícil. Los había que se daban por vencidos, y que no.
Estos últimos, siempre me parecieron los más fuertes. Cuando hay un huracán que parece que lo va a arrasar todo, en tu mente solo pasa una posibilidad. Si dos personas deciden dejarse llevar por ese huracán y consumirse dentro, no habrá posibilidad alguna de sobrevivir. Si una de las dos no quiere dejarse llevar, y la otra si, desgraciadamente ambos caerán en el epicentro. Pero si ninguna de las dos quiere acabar hundido en aquel gran caos, y juntan sus fuerzas, hay que tener por seguro, que ese huracán ya nunca podrá con ellos, porque sabrán como salir de él.
Ahora bien. Comparar una relación con un problema meteorológico, no es algo del otro mundo. Al igual que las relaciones, tampoco lo son. Excepto las relaciones que llevan dentro de si algo inusual, o las que surgen de un hecho que jamás, te esperabas que sucediera. Como le pasó a Clara.
LIBRO TRES DE LA SAGA ÁMAME.
Summer ha estado enamorada de Nikolai desde que tiene memoria, ella siempre ha estado consciente de que nunca pasaría algo entre ellos. Pero luego tras besarse y quizás un poco más, Nikolai comienza a ver de otra forma a Summer, por lo que ya no es solo la mejor amiga de su hermana.