Todo se oscureció. Parecía como si la luz de pronto se hubiese ido, aunque en realidad estaba encendida y alumbraba mas de lo necesario. El chico corrió. Corrió intentando alejarse de la oscuridad, dejando huellas rojas por toda la alfombra dorada del Golden Key. No volvería. No volvería porque lo que ahora se encontraba en el frío suelo de la habitación 923 era lo peor que había hecho. Se dejo caer, dejando que la oscuridad lo consumiera.All Rights Reserved