Angélica paso por mucho a partir del día que descubrió la existencia de los lobos, humana y bonita, ese mundo llenos de lobos es algo desconocido para ella. Son pocas cosas que tiene en cuenta y una de ellas, es que su curiosidad es lo que siempre la mata.
Aunque claro, el saber siempre es algo bueno.
Ahora con un mate al que ya no quiere, desafiara al destino poniendo encima la pasión que tiene por aquel macho alpha de mirada cautivadora. Sola y en una manada donde ya no pertenece, se pondrá bajo el ala de aquel hombre, Alexander.
Ahora embarazada, viajara al pasado en busca de respuesta, pero no todo el mundo quiere que se conozcan esas respuestas, entre la pasión, el engaño y el amor de una madre, tendrá que decidir, seguir adelante o quedarse tranquila sin hacer nada.
Claro esta, la curiosidad mato al gato, pero el gato murió sabiendo.
#Segunda parte de Fierce Obsession.
Esta novela contendrá errores, que serán corregidos al terminarla.
COMPLETA
#1 en ciencia ficción
#1 en alfa
#1 en young
#1 en acción
#1 en licantropos
#1 en peligro
#3 en ciencia ficción
#1 en amor prohibido
#3 en amor prohibido
#3 en acción
#5 en fantasia
NOVELA ROMÁNTICA DE HOMBRES LOBO.
-Eres mía -explica con voz aún suave.
Quiero abofetearlo por decirme eso de nuevo.
-¡No, no lo soy! -estallo soltando su rostro, poniéndome ambas manos en las caderas y encarándolo.
Esta es la conversación más absurda de la historia. Él parece admirar mi cambio de comportamiento y estudiarme con la mirada. Esa sonrisa engreída vuelve a sus labios, y por primera vez, la deja algo de tiempo en ellos. No puedo evitar mirar sus dientes. Son blancos. Muy blancos. Y la curva que forman su boca, mitad sardónica y mitad atractiva.
-Aún no te has dado cuenta -me sonríe.
Y su respuesta corporal me distrae. Lo veo levantarse y pasarse una mano por su oscuro y brillante cabello. Luego me mira de arriba abajo con alevosía, haciendo que quiera retroceder un paso.
-Date un baño y baja a comer algo. Te estaré esperando. Voy a dejarte hacer ambas cosas sola y si necesitas ayuda llamaré a una sirviente, pero como trates de huir, te las verás conmigo y esta vez no seré amable.
Hay peligro en la forma en la que acaricia las últimas palabras, y hay algo salvaje y místico en su rostro cuando sale de la estancia y cierra la puerta tras de si. No sé cómo se las ha apañado, pero ha calmado mi llanto y mi miedo a pesar de que no logro creerme del todo su explicación.
Me quedo mirando el fuego de la chimenea y repaso mis opciones. Han atacado el castillo. Han matado a mi padre o al menos lo han hecho desaparecer. Quiero agarrarme a la posibilidad de que aún esté con vida y de volver a verlo, pero sigo centrándome en lo que ha ocurrido. Me han secuestrado. Me han traído a una torre alta y me han encerrado. Y por si eso fuese poco, estoy a merced del hombre más apuesto que he visto en toda mi vida, pero también el más pel