Nathan Montgomery Maloley

- De verdad pensabas que te quería? Cariño sólo le soy fiel a la buena maría. - dijo Nate riendo. Mientras yo quedaba en shock, desde el primer momento que le conocí sabía cómo era y aún así me había "enamorado", yo que nunca creí en el amor.

- Estás jodido por qué le zorreé a uno de tus colegas, no? - dije también orgullosa. Una cosa tenía muy clara, jamás en la vida me iba a ablandar delante suya. No me vería nunca llorar.

- Por qué? Debería de estarlo? Cariño, puedo tener a la que quiera. - dijo volviendo a calar.

- Y qué haces aquí conmigo? Vete con la que quieras. Vete por esa puerta de ahí - dije señalando la puerta de mi casa que salía a la calle. - Oye si te vas no me vuelvas a llamar para follar.

- Segura? - afirmé con la cabeza, a lo que él río, caló, me tiró el humo en la cara, me miró, bajó una de sus manos a mis nalgas, dio una palmada, y se fue.