Era un enigma. Siempre demostraba sus sentimientos a la perfección, quizás eso la condenó. Sus sonrisas eran admiradas, sus lágrimas entendidas, el único problema era su extraña identidad, ¿quién era exactamente Hannelore Russtherford? Ni siquiera ella misma hubiera sido capaz de responder aquella pregunta, ya que, simplemente jamás pudo entenderse, comprender sus cambios de humor, sus sentimientos y ni hablar de sus pensamientos. ¿Eran reales? ¿De verdad podía sentirse feliz y al segundo triste? ¿Podría amar y odiar al mismo tiempo? #8 Libro de la saga "Lazos Enfermizos".