Jamás imaginé que desde aquella noche que lo vi al otro lado de la acera mi vida y la suya estarían unidas y entrelazadas de una manera mágica e irreal. Lo que yo, Gian Arel, conoció de su mundo, ya no sería igual. A su lado descubriría que existía una vida más allá de la habitual y también un sentimiento más fuerte que la magia que él podía provocar. Thaleb Kraven pasó de ser un chico misterioso, a la parte más importante del rompecabezas que él mismo me ayudaría a armar. "PORTADA POR WRISTOFINK"