Unos ruidos extraños llamaron la atención del espadachín, una imagen que jamás creyó ver en su vida...o por lo menos otra vez como hace tanto tiempo atrás, no podía apartar la mirada, no quería y muy en el fondo deseaba ver más Zoro estaba allí, viendo todo lo que pasaba, viendo como su Ero-Cook era tocado por otra persona, y si, no se había equivocado ese cocinerucho provocaba que su fogosidad subiera cosa que las mujeres no lograban, tenía ganas de esa boca.