No existe nada como la suerte en este mundo es simplemente el destino jugando a nuestro favor, no está escrito ni mucho menos lo escribe otro que no seas tú.
Todo lo que sabemos de las personas es lo que nos muestran o lo que descubrimos desde que las conocemos e incluso cuando se llega a una relación más íntima nos sorprenden
Las emociones de las personas son como el mar, puede que estén tranquilos pero en menos de lo que se esperas cambian y pueden transformarse en una tormenta.
Cuando se siente algo por alguien llega el momento en que nuestros sentimientos se desbordan pero por temor de perder a ese persona nos callamos, algunos puedes expresarse muy bien por medio de las palabras y a otros se les hace muy complicado por eso optan sincerarse mientras escriben.
Hasta el más temible, feroz y gruñón ser puedes ser un amable, amoroso y tierno cachorrito si se lo llega a descubrir con los ojos del alma.