Amy Lee vive en el grandioso reino de Eveness, un lugar donde la magia blanca abunda en todos sus rincones: desde los animales hasta las plantas; no obstante, Amy no tiene poderes. Es una no maga en toda la extensión de la palabra. Una rara anomalía de Luna Terra que, según los mejores magos, se lo atribuyen a un trauma infantil. Sin embargo, ella no lo cree así. Desde que tiene memoria se ha estado preparando para acabar con ese ladrón pálido de magia que le susurra y le tira manzanas rojas en todos sus sueños. Y en cierto modo, aunque esa semana tuvo la oportunidad de acabar con él, Amy nunca hubiera aceptado el trato si hubiera sabido el precio que debió... y que sigue pagando por ello.