Él era como la adicción que tienes a la cuchilla, la satisfacción que sientes al cortar alguna parte de tu cuerpo... las muñecas, el estómago, las piernas... Dándote tanto placer que por más daño que te haga no lo dejas de hacer, el sentimiento de la desesperación aumentando con los rítmicos latidos de tu corazón. Se clavó tanto en mí como una daga, dejando huella... Me sentía como una alcohólica o un drogadicto tan dependiente del alcohol como de la heroína, era totalmente dependiente de él. Aeron fue y es todo para mí, me hizo sentir en el cielo cuando estaba en el mismísimo infierno. Esta historia es un borrador, por lo tanto, presenta errores y/o inconclusiones. Prohibido el plagio total o parcial y/o adaptaciones. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS©