Tras perder su marca contra un humano, Kara es castigada por el mismísimo diablo y pierde lo único que de verdad le importa: sus alas. Pero Kara no se quedará de brazos cruzados, sino que removerá hasta el último cimiento del Infierno para recuperar lo que es suyo. Incluso si tiene que pasar por encima de Edgar Arlond. "Vamos a ser pecadores para convertirnos en santos. Seamos los ganadores por error. Hagamos enemigos, tocando la puerta del diablo." AVISO: Contiene un vocabulario vulgar y alto contenido en insultos. © 2016 Yanira Pérez. Esta historia tiene todos los derechos reservados.