Uno no deja su pasado.
El pasado nos sigue, porque fuímos y somos parte de ello.
Puedo volver a sentir esa punzada en mi pecho, y el sabor metálico de la sangre resbalarse por mis labios, el dolor en mis piernas, y la sensación de caer en cualquier instante.
Nadie puede huir, siempre regresa y lo único que queda es superárlo, vivir con ello, claro, evitando hacer las mismas mierdas de la otra vez, lo cuál es complicado, porque las personas no cambian, y no pueden fingir algo que no son, tarde o temprano pueden volver a decepcionarnos.
Lo cuál, no tomé en cuenta.
***********************************
Prohibido el plagio, copia o adaptación de esta historia.
Respetemos los derechos de autor.
(En edición)
( la historia tiene un montón de errores ortográficos, es el primer vistazo a la pequeña historia que he tenido en mente)
Es una historia LGTB, así que si no es de tú agrado, podes retirarte :)