Obsesionarse, vigilar, perseguir y matar no eran tareas sencillas para John, jamás lo fueron y aun así lo intentaba, todo por ella, por la mujer rubia que había visto en el bar.
John se había obsesionado con Kate, quizás porque le pareció hermosa a simple vista: era sencilla pero no perdía ese toque de belleza que él creía que ella era. Adoraba ese color rosa en los labios de Kate, la hacían ver más sensual. Todo empezó como curiosidad que lo llevó hacer planes para tenerla cerca. La vigilaba cada noche fuera de su casa, a los lugares que ella frecuentaba, la seguía con cautela, como si de eso dependiera toda su vida.
Todo para él era como una película: fantaseaba con cosas terribles, con tenerla solo para él, se imaginaba que era un hombre como en los libros que había leído donde eran ágiles e inteligentes y sus planes salían a la perfección. John no estaba consciente de lo que ocurría a su alrededor, todo su mundo era imaginario, no distinguía entre lo real y lo ficticio, se había transformado en alguien completamente posesivo y obsesivo, alguien malévolo.
When Jane Madarang's neighbor Natalie kills herself and leaves behind cryptic instructions, it's up to Jane and her classmates to unearth deadly secrets.
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Natalie Driscoll is dead.
She threw herself out a window and left her neighbor Jane to unravel their town's darkest secrets. Following Natalie's instructions leads Jane to three other high school students who all have something to hide. The four of them must carry out Natalie's final errand while solving the mysteries written in her diary. But the secrets they unearth may be far more dangerous than what they ever imagined.
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