Mi vida se ha basado en viajar de un lugar a otro, siempre. Casi nunca hago amigos, ya que no paso mucho tiempo en un solo lugar, por cuestiones del trabajo de mis atareados padres. Pero los caminos se cruzan, y un camino me llevo a un chico, no cualquier chico. Mi niñero, extremadamente popular, malditamente sexy, egocentrico, despreocupado, estúpido, idiota y a la vez tierno, comprensivo, romántico, el chico perfecto, de esos que vez en las películas. Realmente es un chico muy voluble. En un momento puede volverme loca, sacarme de quisio e incluso que me den ganas de gritarle todas sus verdades a la cara y a la otra qué quiera salir corriendo a buscarlo y gritarle a los 4 vientos que lo amo como ninguna vez amaré a alguien en la vida. Fue definitivamente el año más loco de toda mi corta vida, de 17 años. Pero todo termino mal, realmente mal, perdí la confianza de todos, a mis amigos, a las personas que creyeron en mí y lo qué más me dolio a mi niñero... ese chico que se encargo de mí por 10 meses, él que limpiaba mis lágrimas, él que me hacia que se me fuera el aliento cada vez que sus labios tocaban los míos, ese chico que se convirtió en mi todo... y lo perdí. Lo perdí por culpa de mis padres, de su absurdo plan. Pero más estúpida yo de escribirlo en mi diario, sin caer en cuenta que podría caer en las manos equivocadas. ¿Quiéres ver cómo es que sucedió todo? ¿Cómo me termine enamorando de mi niñero? ¿Qué fue lo qué sucedió con mi diario? ¿Cómo es qué termina está historía? Entonces agregala a tu biblioteca y lista de lectura. Te prometo qué esta historia te encantará y no arrepentiras de leerla.
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