Nathan es frío, poco sentimental y está molesto por la muerte de su mejor amiga. Sin realizar una gran búsqueda, el destino le hace tropezar con dos personas muy particulares: Natalie y su reflejo. En sus ganas de mantener su visión solidez y firmeza frente a todo, se encontrará con los imparables intentos de su espejo para hacerlo retroceder, cambiar y ser una mejor persona delante de los ojos de la sociedad, de su chica y, principalmente, de él mismo. Acompaña a Nathan en su intento por desobedecer a su corazón y a quien, se supone, debería ser él. "No estoy dispuesto a ver mi mundo caer únicamente por seguir tus consejos..."