"Los adultos tienden a decir que ser joven es fácil, que solo debemos preocuparnos por estudiar, pero, ¿cuán equivocados están? Nos preocupamos por las hormonas descontrolando nuestras vidas y por tratar de encajar en un mundo que en ocasiones ni entendemos, llevándonos a cometer grandes locuras o errores irremediables."