"-No soy lo que realmente piensas, no soy lo que estás buscando, no soy lo que mereces.
-Sea lo que seas, siempre serás lo que yo ame.
-¿Y si te digo que me he metido con toda escuela?
Él se quedó callado, mirándome fijamente. Se lo había dicho, ya le había admitido lo que soy. Estaba dispuesta a darme una vuelta para marcharme pero él me detuvo.
-No podría juzgarte, pero podría curarte. Sé de una buena medicina para ese tipo de problemas.
-¿Ah si? ¿Cómo se llama? -pregunté ilusionada.
-Amor."