Todo pasa por algo. Las coincidencias sólo existen en las películas. Todos tenemos un destino, un camino hacia donde ir, una noche para mirar el cielo, una calle desierta para caminar descalzos en una tarde lluviosa. Así como esa vez que te conocí. Bastó una mirada para provocar en mi interés por esos ojos pardos. Sólo eso bastó para volverte mi obsesión.