Tengo 19 años. Soy de Madrid y realmente creo que dentro de lo que cabe soy normal. Claro que, si contamos mis arrebatos de locura y la media de 286 gilipolleces que digo al día me quedaría en una simple adolescente. Tengo muy claro que no creo en el amor gracias a un gilipollas que rompió mi corazón. Pero bueno, gracias a los idiotas de mis mejores amigos todos los días me sacan aunque sea una sonrisa de oreja a oreja.All Rights Reserved