No quiero perder la costumbre de llegar a tu casa, saludar a tu familia como si fuera la mía y hablar con el perro como si pareciera un loco. No quiero perder la costumbre de joderte, hacerte renegar como si fuera un niño, lograr que te enojes algunos minutos y luego calmarte con un abrazo, o un beso. No quiero perder esa costumbre de besarte, abrazarte o simplemente sentirte cerca de mi. No quiero algun día no poder compartir un momento de conversación, aunque ésta no tenga sentido. No quiero dejar de ver nunca lo hermosa que sos. No quiero si quiera imaginarlo. No quiero parecer un egoísta diciéndote todo lo que no quiero, pero no quiero arruinar esta felicidad, de la cual vos sos protagonista que exista.