Mi familia y yo vivíamos felices en Florida, hasta que mis cuatro hermanas y yo fuimos expulsadas del colegio por poner bomba de pintura en ¡¡¡TODOS!!! los casilleros de la escuela, pero es que, vamos, somos las Reinas de las Bromas y el colegio era nuestro reino. Entonces nuestros padres decidieron arrastrarnos junto con ellos a Nueva York, cuando llegamos a nuestra casa en los suburbios parecía normal, hasta que conocimos a nuestros vecinos. Los Foreman, los supuestos "Reyes de las Bromas". - ¡¡¿Cuál es tu puto problema acaso te entró agua en el cerebro rata neoyorquina?!!- Le pregunté fulminandolo con la mirada - Es solo una bienvenida típica que solemos hacer- Dijo con una sonrisa arrogante- Somos los Foreman, también conocidos como Los Reyes de las Bromas - ¿ A sí? Pues prepárate para que les arrebaten el trono- Dije alzando una ceja- ¡Chicas! preparen las municiones... ¡¡QUE EMPIECE EL JUEGO!!