Ver a Mase es sinónimo de tristeza. Ver a Wen es ver al chico más divertido y bueno de todo el mundo, pero por dentro está destrozado como nunca en su vida. ¿Y estos dos chicos como se conocieron? Pos, se conocieron en el hospital. En rehabilitación en realidad. Wen por una sobredosis de medicamentos. Y Mase por dejar de comer. Dentro de una y otra mirada, o dentro de una y otra discusión y lamentos, una pequeña pero pequeñísima llama de afecto se encendió. No de amor, de afecto. Ellos practicamente están muertos, lo que los mantenía vivos era el afecto mutuo. Ellos no sabían que se amaban. Ellos no sabían que vivían. Ellos no sabían donde ir. Sólo eran ellos.
1 part