Hace muchos años, antes de que el hombre pisará la tierra, o incluso antes de que el mismo planeta tierra existiera, el sol y la Luna estaban enamorados. Se amaban tan profundamente, que si nos pusiéramos a contar en años humanos la cantidad de tiempo que han estado enamorados, sería completamente imposible, porque aún no han inventado una palabra que describa una cantidad de tiempo tan larga, que incluso, siglos y eones se quedarían muy cortos.
Un día, ese maravilloso ser que nadie conoce, que había creado el Universo, decidió crear la tierra, haciendo que el Sol iluminara sus días y la Luna alumbrara sus noches. Provocando que estos se separaran y no pudieran estar más juntos, convirtiéndo aquel amor que se tenían, en imposible. El creador al ver la tristeza que estos dos albergaban, se compadeció de ellos y decidió crear el eclipse, dándoles la oportunidad de encontrarse por un día, cada 18 años, a lo que los humanos no tardaron mucho en ponerles un nombre, llamándolo periodo Saros. Sin embargo, al notar que no era suficiente, el creador decidió hacer una pequeña cosa más. Así, que escribió en las estrellas para que quedará grabado por siempre, que el Sol y la Luna encarnaran en cuerpos humanos cada 4 periodos Saros (72 años), para pudieran vivir ese amor en la tierra, que en el espacio no pudieron.
Cuando Jana, una talentosa y apasionada arqueóloga, es elegida para un proyecto de exploración por el gobierno, no imagina que esta misión cambiará su vida para siempre cuando conoce al comandante Maximilian Hofmann; el prometido de la mejor amiga de Jana, por más que intenten evitarlo la atracción se vuelve cada vez más insoportable entre ellos, mientras se embarcan en una peligrosa expedición que los hará vivir una aventura llena de mentiras, secretos y erotismo. ¿Logrará Jana evitar mezclar sus sentimientos y su deseo?