Todo iba increíblemente bien. Mi viaje a Corea era lo que siempre había soñado, pero todo lo bueno se acaba. Y en este caso, lo bueno se acabo el primer día de mi nueva vida. ¿Han llegado a conocer a alguien que con solo hablar te dan ganas de darle un puñetazo en la boca? ¿No? Pues que suerte tienes, porque ese no fue mi caso.