Hannah- esa voz sonó en la habitación- ¿ Me escuchas?- volvió a hacerse sonar - Tal vez, últimamente no era capaz de escuchar muy bien- le mencioné al doctor Anderson. - Entiendo, ¿debemos hacerte análisis?- me sonaba a una pregunta - No lo creo. Elías se posaba a menudo en mi oreja, pero Sam se lo comió así que ahora no habrá problemas. - Ahh, Sam es... la que come insectos ¿ verdad?. - En efecto. Elías era un escarabajo de matiz roja, me agradaba, pero no me dejaba oír. Además Sam tenía hambre. Así que solucionó ambos problemas. - Bien. Lo agregare a tu expediente, y dile Sam que siga así.- finalizó el Dr. Anderson, se puso de pie y salió de mi cuarto. - Sam, ya se fue, puedes salir ahora- pronuncie en voz alta, la verdad es que Sam detestaba al Dr. Anderson, así que cada que el viene Sam se esconde. - No tengo remordimientos por comerme a Elías, no debiste decírselo a ese tipo. - Tal vez, pero de cualquier manera el cree que no existes, así que si de alguien pensará mal será de mí- hablé tranquila. Casi olvido mencionarlo. Sam y Elías son serés que sólo yo puedo ver. Hasta ahora sólo yo se de su existencia, no hay ningún humano a excepción mía que pueda verlos. Soy Hannah, tengo 19 años, soy de matiz clara y pelo lacio negro que me llega a los hombros. Vivo en Buttercup Health, un hospital psiquiátrico.All Rights Reserved
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