_¿Por qué haces esto?_preguntó mi madre con cierta timidez. _Porque me harté de que me traten como una más._ suspiré. _No tienes porque hacerlo, todos hemos tenido malas experiencias en el amor._ mi madre me miró con cierta lástima. _Mamá, la decisión está tomada._dije firme. _¿Estás lista?_ la peluquera llamó mi atención. _¿Estas segura de esto?_ preguntó mi madre, aún dudosa. No lo estaba pero, la decisión estaba tomada. _Sí, lo estoy._sonreí al recibir un apretón de mano, ella me apoyaba. Una vez me senté en la silla de la peluquería, mi corazón comenzó a latir con fuerza, la temperatura de mi cuerpo subió y sentía un hormigueo recorrerlo, como adrenalina. Mechones de mi largo cabello comenzaron a caer por mis hombros y por un momento, la nostalgia comenzó a atacar mis sentimientos pero, ya no hay vuelta atrás. Todo ha comenzado.