Amanda siempre fue una chica tímida y callada, nunca le gusto llamar la atención, solo se encerraba en sus libros y su mejor amiga Talia. Vivía con su madre, una mujer cruel, vanidosa y arribista, que luego de la muerte de su esposo se dedico a acostarse con toda la población masculina de Manhattan. Con el tiempo Amanda se acostumbro a ver entrar y salir a diferentes hombres de su casa cada día. La verdad es que con los años se convirtió en algo habitual. Pero Amanda nunca se imagino que uno de esos hombres llegaría a cambiar su vida para siempre. Pero sobre todo, Amanda nunca se imagino que se enfrentaría a su madre por un hombre.