James no tenía ánimos de conversar con nadie, pero esa mujer desprendía una extraña aura, que lo perturbaba y atraía en cantidades iguales. La mujer se volteó hacia el joven, su piel era tan pálida que parecía traslucida, y para terminar todo su aspecto, en su rostro se hundían unos penetrantes ojos verdes, a James le pareció hermosa, pero se sentía extraño al mirarla, esa mujer parecía estar ahí, y al mismo tiempo parecía ausente.