Soy Diana, una chica normal, adoro el café y no me gusta estudiar. Mi vida hasta el último curso fue como la del cualquier adolescente.
Soy lo contrario a una de las protagonistas de las historias de wattpad o las películas. Ojalá pudiese ser una semidiosa, una bruja, un hada o incluso una sirena, pero solo soy una persona normal.
Jay tampoco tiene nada especial, con sus defectos y virtudes es como cualquier chico de vuestro instituto...
Tal vez su físico si sea de película, es como si su cara y cuerpo dijesen: "Saldremos en el cartel del próximo taquillazo".
Nuestra historia es algo increíble, gracias a él, o por su culpa (a veces no sé por cual decantarme), mi último curso de instituto fue muy atípico.