Nunca imaginé que , de esta manera, acabaría estudiando coreano y ahorrando para ver a mi grupo favorito del kpop, en París, uno de los dos países al que irían en su visita a Europa y el que tenía más cerca de España. Tampoco imaginé que al comprar mi billete y mi reserva en un hotel cercano al teatro donde actuaban, los conocería en persona, y menos que mi habitación de hotel estuviera al lado de la de dos de los miembros de VIXX. Y lo que menos me esperaba era que estos dos integrantes tenían una relación más allá de la amistad o el amor fraternal, o al menos eso descubrí sin querer... ¿Por qué aprendería coreano?