Me acomodé en el sillón en el que me encontraba sin saber muy bien qué hacer. Mis ojos no lograban estar quietos en ningún lugar y mis piernas botaban sin cesar. De pronto mi mirada se detuvo es sus preciosos ojos, que me observaban fijamente. Mi vello de la nuca se erizó por unos instantes, en los que recordé cómo me hizo sentir su mirada en mí la primera vez. Pestañeé un par de veces intentando deshacerme de los recuerdos. Estaba enfadada. - Te quiero. -solté de repente. Esas palabras salieron disparadas de mi boca, cosa que no solía pasar muy a menudo. Salieron sin filtro, sin mi aprobación. El apartó la vista de mí por unos segundos y volvió a poner la misma cara de póquer que tenía cuando me observaba instantes antes. - Ya me lo dijiste una vez, pero gracias por recordármelo. -un instinto asesino se apoderó de mi mente por unos segundos, en los que medité si asesinar a Manuel Blanco sería un delito de maltrato animal o de belleza local- Hiciste mal en decírmelo. -Ya me había dado esa respuesta antes. - Eres idiota. -añadí mientras intentaba reprimir la sonrisa que se estaba dibujando en mi rostro y él hacía lo mismo. Para cuando quise analizar la situación, estaba suspendida en el aire ya que unos musculosos brazos me sujetaban por la cintura para que nuestros rostros estuviesen a la misma altura. Me estaba abrazando. Sentía su respiración cálida chocar contra mi piel y su cabeza hundirse en mi . Hice que me mirara, acaricié su nuca y lo besé suavemente en la mejilla mientras sentía cómo su corazón se aceleraba cuando mis labios tocaron su piel. Él sonrió tímidamente. - Lo siento. Yo también te quiero. AVISO: spoiler de "Bajo la Misma Estrella" en el capítulo 9. Contiene lenguaje vulgar *ejem ejem* (soy una mal hablada, lo siento) y escenas subiditas de tono. Próximamente... :v ©
14 parts