Siento cada parte de mí cuerpo doler, mí pómulo izquierdo hinchado por los golpes, mí vista con un ligero color rojo por la sangre qué sea escurrido hasta mis ojos, mís muñecas arden, las cadenas enterrandose en mí carne.
Con mí vista borrosa y rojiza la veo, dandome la espalda dirigiéndose a la salida de esté putrefacto calabozo, mis ojos se humedecen, le he fallado a mí aldea, a mi hermano, a mi raza.
- Té mataré - grito con la voz rasposa - no sé como saldré de este maldito lugar - espeto, ella se da la vuelta, sus ojos amarillos me ven con rabia - pero juró por mí raza y mí hermano que te mataré.
Su mandíbula apretada sé transforma en una amarga ronrisa, y con la voz mas dura...
- No cariño, no me matarás - su malévola sonrisa se ensancha - me amaras.
Todo es complicado entre Mauro y Emilia hasta que por fin pueden ser felices.
(Esta re mala la descripción pero no se me ocurría que otra cosa poner, para entender mejor por si te llamo la atención lee la historia)