Dave Lawson, Dylan Hitles, Danielle O' Connor y Susan Amaro, son cuatro investigadores y a la vez amigos desde tiempo atrás, que al ser notificados por su jefe directo sobre un caso de un asesino serial, provocando inseguridad y pánico a los habitantes del pueblo de Portland, Oregon; se dirigen a la primera escena de crimen, y deciden buscar pistas para dar con él asesino, pero al no encontrar rastro alguno para dar con él paradero de este, se comienzan a estresar y a preocupar a tal punto de llegar a desconfiar de sus amigos, hasta que él criminal en cada asesinato comienza a dejar pistas, acercándolos a culpar a cada uno de estos amigos, con esto los cuatro compañeros comienzan a ponerse inseguros de si mismos al punto de llegar a una paranoia y locura enorme a cada uno de estos compañeros.
«El miedo que sienten sus víctimas, es su anhelo a la satisfacción»
(Nota: todo suceso y personajes a aparecer en esta historia es ficticio, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia)
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y pauta como se le ha indicado. Un pueblo donde no se recibe con mucha gracia a los recién llegados así que cuando Los Steins se mudan a su lado, Leigh no puede evitar sentir curiosidad.
Los Steins son adinerados, misteriosos y muy elegantes. Lucen como el retrato perfecto de una familia, pero ¿Lo son? ¿Qué se esconde detrás de tanta perfección? Y cuando la muerte comienza a merodear el pueblo, todos no pueden evitar preguntarse si tiene algo que ver con los nuevos miembros de la comunidad.
Leigh es la única que puede indagar para descubrir la verdad, ella es la única que puede acercarse al hijo mayor de la familia, el infame, arrogante, y frío Heist.