Ella está aquí de pie frente a mi viéndome fijamente, con sus dos colitas demasiado chuecas pero con una bella sonrisa en sus labios. Su sonrisa es dulce, pero en este momento no puedo encontrarla más que cínica. La vida es como una montaña rusa, aveces estás arriba, otras abajo, pero parece ser que la que el destino eligió para mi se encuentra averiada y me deja en el suelo. Mi reflejo de niña desaparece y me deja ver a la persona que soy ahora, esa a la que odio. Mis padres murieron cuando era pequeña y mi tía Fabiola cuida de mi desde entonces, pero ahora le pareció mejor idea dejarme con cuatro chicos en mi antigua casa en lugar de llevarme con ella al viaje de negocios ¿por qué? Porque tiene la esperanza de que vuelva el brillo a mis ojos, como los que tenía aquella pequeña en el espejo.... y porque dice que tengo que tener amigos. Desde lo que sucedió con esas zorras dejé de sentir la necesidad de tener amigos, mis antiguas amigas me traicionaron, supongo que no soy la única a la que le ha pasado, hay personas que pasan por cosas peores, hace mucho que dejé de lamentarme por eso. Pero bueno, son sólo unos meses, creo que puedo controlar los instintos asesinos que despiertan en mi estos idiotas. Bueno, eso espero.... Taylor, suelta el cuchillo, eso es, buena chica. Una decisión, un suceso, puede cambiar tu vida en un segundo... ya sea para bien o para mal.