Hay una prisión, en una parte muy antigua del mundo, un pozo, donde los hombres son arrojados para sufrir y morir. Pero aveces, un hombre asciende de la oscuridad. A veces, el pozo manda algo de vuelta. Alexander ha vivido dieciocho años en prisión, toda su vida de hecho. Es complicado y terrible como a alguien que su único delito fue existir haya sido tratado peor que a un criminal. El quería conocer el mundo, ver que no era malo como le habían dicho, pero la verdad es que el me lo enseñó a mi.