¿Por qué regresa Urania Cabral a la isla que juró no volver a pisar? ¿Por qué
sigue vacía y llena de miedo desde los catorce años? ¿Por qué no ha tenido
un solo amor?
En La Fiesta del Chivo asistimos a un doble retorno. Mientras Urania visita
a su padre en Santo Domingo, volvemos a 1961, cuando la capital
dominicana aún se llamaba Ciudad Trujillo. Allí un hombre que no suda
tiraniza a tres millones de personas sin saber que se gesta una
maquiavélica transición a la democracia.
Vargas Llosa, un clásico contemporáneo, relata el fin de una era dando voz,
entre otros personajes históricos, al impecable e implacable general Trujillo,
apodado el Chivo, y al sosegado y hábil doctor Balaguer (sempiterno
presidente de la República Dominicana).
Con un ritmo y una precisión difícilmente superables, este peruano universal
muestra que la política puede consistir en abrirse camino entre cadáveres,
y que un ser inocente puede convertirse en un regalo truculento.
El presente libro ha sido elegido recientemente como la novela española
del siglo XXI por un centenar de escritores, editores, agentes y otras
personalidades de la cultura.
La madre de Jane Aubrey, tras un intento desesperado por conseguir dinero, vende a su hija a los gemelos Caracalla y Geta como sirvienta.
Estos despiadados gemelos se aprovechan de la menor y le arrebatan su pureza, sin saber que sus juegos iban a tener graves consecuencias.
{...}
Jane Aubrey acaba cayendo en una grave dependencia emocional, y desarrolla el tan conocido síndrome de Estocolmo, que le impedirá seguir conllevando su vida con normalidad.
Por su parte, Commodus aparece de nuevo para hacerse con el trono y pone en peligro la ciudad de Roma y la vida de la menor, pero Geta no dejará que eso pase. ¿O sí?