Caitlin estaba en la enfermería con Iris, casi sin darse cuenta ambas estaban mirando a través de los cristales hacia donde Barry y el detective West conversaban animadamente. - Tienen una relación muy especial - dijo Caitlin pensando en voz alta. - Sí, desde luego - corroboró Iris haciendo que la doctora se acordase de que no estaba sola y no podía quedarse mirando a su amigo sin que fuera sospechoso. - ¿Estás bien? - le preguntó a la reportera por educación. - No lo sé - contestó la chica - anoche tenía una cita, mi primera cita desde que Eddie murió, pero en el último segundo no pude ir - Caitlin no estaba segura de querer escuchar a donde iba aquello, pero tenía que preguntar. - ¿Y es por Eddie o por Barry? - Iris abrió los ojos en sorpresa y la doctora no pudo evitar una cierta punzada de celos - he visto como le miras últimamente. - ¿Es tan evidente? - preguntó con sonrisa avergonzada. - Sólo para una mujer que también lo ha pasado - contestó automáticamente y se arrepintió al instante, pero por suerte Iris no entendió lo que implicaba aquella confesión. - Todo parece decirme que Barry y yo debemos estar juntos - Caitlin sentía como su corazón se encogía - en Tierra-2 estamos casados, en el futuro se supone que lo haremos... y ahora que por fin he pasado página, me pregunto si debería estar con él. - Todo parece apuntar en esa dirección - la doctora sabía que estar enamorada de Barry no la llevaría a ningún lado, estaba claro que él pertenecía a Iris y viceversa. - ¿Crees en el destino, Caitlin? - Puede que para ti. Y vio cómo Iris volvía a clavar la mirada en Barry pensando en la vida que se presentaba ante ella, mientras que la suya caía al suelo presa de la tristeza que amenazaba con helar su corazón.