Blerd ama a Chris, Blerd sueña a Chris, Blerd imagina a Chris cada noche, Blerd ve a Chris hasta donde no está. Blerd debe frenar, ya no puede más, le duele todo. El psiquiatra le dijo que sería mejor olvidar su cara. Pero Blerd se niega a sacarlo de su cabeza, blerd se rehúsa a dejar de anhelarlo, no logra sacar su mirada de su aturdido cerebro. Todo sería diferente, si él la quisiera, si él no la viera como nada más y nada menos que la hermana de su esposa, la mujer por la cual juró amor eterno. Y así vive, gritándole al cielo, diciendo que su amor será eterno, aunque nadie más que ella lo escuche, aunque su amor sólo sea para ella y para el montón de artefactos y recuerdos, que guarda de él, su amor fugaz, el hombre que mira por debajo de sus pestañas, el hombre que sólo puede observar pero no tocar, porque no le pertenece, porque es un error, porque está prohibido, ¿Pero qué tiene de malo amar?, ¿Qué hay de malo en soñar?, ¿Qué hay de malo en sentir?, ¿Qué hay de malo en ser tonta?