La vida de Katia Greene era absolutamente normal, y eso es algo que la mayoría de los adolescentes prefiere. Pero ella no forma parte de la mayoría. Ella anhelaba con todas sus fuerzas ser Eadlyn Thompson, al menos por un efímero día, y todo eso que quería cambió por completo al desear algo inesperado en su cumpleaños número dieciséis.